TERAPIA
FAMILIAR
Es recomendable plantear una terapia familiar en aquellos casos donde la sintomatología de uno o más miembros de la familia haya perturbado la dinámica familiar general - apareciendo problemas comunicativos y relacionales que, al pasar el tiempo, se van instalando en el día a día.
También es una buena opción trabajar con familias que estén atravesando un periodo de cambio: embarazos, entrada en la adolescencia de los hijos, separaciones y duelos, entre otros.
En terapia familiar, es muy importante contar con el acuerdo y la participación de la familia al completo para generar cambios al unísono, que sean aceptables para cada miembro y coherentes con las necesidades familiares.
En la primera visita, acudirán a sesión todos los miembros de la familia y, posteriormente, en función de la evolución de la terapia, se decidirá qué tipo de convocatoria es más conveniente: la familia al completo o subgrupos de miembros de la familia.
El trabajo se realiza con una terapeuta y una co-terapeuta.